Bio

Nací en Logroño en 1981, dentro de una familia apasionada de la montaña. A los pocos meses de vida, por lo que me cuentan, ya estaba durmiendo en un saco de dormir, y a los pocos años, recorría las pequeñas montañas de La Rioja.

Conforme iba creciendo, mi pasión por la montaña y mis objetivos también lo hicieron, y mis horizontes se fueron ampliando: Pirineos, Picos de Europa, Gredos, o los Alpes, entre otros, fueron mi patio de recreo durante aquellos años. Y todo ello lo compaginaba con la formación en las distintas vertientes de este bello deporte: escalada, alpinismo, escalada en hielo, esquí de travesía… Así, de aquella época recuerdo haber gastado muchos pares de botas y alguna que otra mochila, pero en cambio, no recuerdo haber perdido ningún balón. De hecho, no recuerdo haber tenido ninguno. Los deportes que practicaban el resto de mis compañeros no me llenaban tanto.

En un principio me decanté por la escalada. Era un mundo que me atraía. No obstante, participé en varios encuentros de jóvenes escaladores, uno de ellos realizado en Ucrania. Pero en 2003 hubo un punto de inflexión en mi incipiente carrera deportiva: alcancé la cumbre del techo de Europa, el Elbrus (5.642 metros). Esta primera experiencia a más de 5.000 metros supuso que cambiaran mis preferencias. He seguido escalando, pero desde ese momento, preferí centrarme en las grandes montañas.

Dos años después de esa gran experiencia, en 2005, intenté ascender al Lenin Peak (7.134 metros). Fue mi primer contacto con la gran altitud. Tuve que darme la vuelta por el fuerte viento y me quedé a 300 metros de hacer cumbre. En aquel momento, nos sobraba ilusión y nos faltaba experiencia en ese tipo de montañas, pero de los errores se aprende, y nos llevamos muchas lecciones bien aprendidas a casa.

Lejos de desanimarme, un año más tarde, en 2006, intenté mi primer 8.000: el Gasherbrum II (8.035 metros), y lo conseguí. Me costó meses asimilar lo que había pasado, fue una experiencia inolvidable. A éste le siguieron el Cho Oyu (8.201 metros) en 2007, el Broad Peak (8.047 metros) en 2008 y el Everest (8.848 metros) en 2010.

El Everest supuso una dura prueba. Después de hacer cumbre, pasamos muchas horas demasiado altos en medio de una fuerte tormenta de viento y nieve. Sobrevivimos y, como lo que no te mata te hace más fuerte, a las pocas horas de llegar exhaustos al Campo Base ya estaba pensando en mi próximo objetivo, y en ello estoy.

Algunos pueden pensar que estamos locos y que no tenemos remedio. Yo, sinceramente, lo pienso en muchas ocasiones, pero esto es lo que me apasiona y a día de hoy no concibo mi vida sin estas montañas.

2 pensamientos en “Bio

  1. luismy dice:

    Aupa Alfredo, con esa cabeza tan sensata y esa fortaleza, a por todas, que tambien cuentas con unas fabulosas ayudas de la gente que te quiere (Pablo, Mariano, tu gente de aqui, y por que no decirlo si lo creo así Dios). Mejor retirarse a tiempo. Un gran abrazo.

  2. Bouadjar dice:

    Un grand bravo ! et suis heureux d’avoir partager cette expérience avec vous sur l’Everest en 2010,je suis Ned Bouadjar (France)

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